Me considero liberal y conozco a muchas personas que lo son y a otras muchísimas más que no lo son. Pero, a lo largo de una trayectoria que comienza a ser larga, no he conocido todavía a un solo neoliberal – Mario Vargas Llosa
Término incorrecto, utilizado por políticos y teóricos (de izquierda principalmente) con postura contra el libre mercado, expresión que nunca ha sido definida como tal y más bien ha sido utilizada como lema antiliberal, vacía de contenido distintivo. Usada para atacar ciertas políticas económicas, que llevaron a algunos países latinoamericanos a una supuesta liberalización económica.
Origen
Se acuña el término en el Coloquio de Lippmann (París, 1938) por parte del sociólogo y economista alemán Alexander Rüstow, donde Friedrich Hayek y Ludwig von Mises eran invitados. Sin embargo, ellos no aceptan el término y su significado, pues Rüstow lo emplea para oponerse al liberalismo clásico, intentando crear una tercera corriente entre el capitalismo y el socialismo, con ciertas características, principalmente: regulación de la competencia, lucha contra la desigualdad, planificación industrial, aseguramiento obligatorio de los ciudadanos y educación estatal, que ni por poco se parece al liberalismo.
Tergiversar el libre mercado
Algunos intelectuales socialistas utilizan el concepto neoliberalismo, no sólo para definir el problema que surge de la unión Estado-Mercado, sino para referirse al fracaso económico del capitalismo de cuates, esquema que dista mucho del ideal del libre mercado en donde la libre concurrencia de personas en mercados genera avances materiales, tecnológicos y económicos. El llamado crony capitalism es un conjunto de funestas prácticas corporativistas en donde, a los amigos del régimen en turno, se les otorgan concesiones en los sectores descentralizados del gobierno: carretera, minas, telecomunicaciones, entre otros. Esta concepción equivocada del neoliberalismo ha sido el pretexto de los intelectuales del llamado Socialismo del Siglo XXI para condenar naciones y entregarlas democráticamente a regímenes que reducen la libertad.
Los intelectuales socialistas caracterizan al neoliberalismo con ciertas políticas económicas implementadas por Pinochet en Chile, por Reagan en Estados Unidos y Thatcher en el Reino Unido. Sin embargo, el capitalismo de cuates, o la economía de barones feudales como la caracteriza el economista Benegas Lynch, poco tiene que ver con los propósitos del liberalismo, puesto que se trata de un conjunto de empresarios aliados con el gobierno en turno para obtener favores comerciales.
¿Cuál es el verdadero objetivo del liberalismo?
Promover políticas que permitan el desarrollo de la libertad económica y social con un Estado de derecho donde las leyes se apliquen por igual a todos los ciudadanos, en lugar de adaptarlas en función de las preferencias de quienes ostentan el poder.
El liberalismo hace un llamado a buscar e implementar modelos que fomenten un mundo ético y compatible con la prosperidad, que no limiten ni priven la libertad individual. La evidencia es contundente: el respeto a la vida, libertad y propiedad privada se correlaciona fuertemente con la prosperidad y la disminución de la pobreza.
Cuando un intelectual te acusa de neoliberal, en última instancia sólo se trata de una ofensa sin razones concretas. No hay que caer en el engaño:
- No existe una escuela económica neoliberal.
- No existen economistas o liberales que se llamen, a sí mismos, neoliberales.
- Friedrich Hayek no es exponente del neoliberalismo, fue un jurista y economista de la Escuela Austríaca.
- Ludwig von Mises tampoco fue neoliberal, sino un economista, filósofo y escritor liberal que tuvo una influencia significativa en el movimiento a favor del libre mercado.
- Milton Friedman mucho menos es exponente del neoliberalismo, fue un economista liberal y reconocido líder de la Escuela de Chicago.
En palabras de Jorge Triana: México no es un país neoliberal, México es un país no liberal.